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Artículos de los alumnos de los cursos de cm3sector.

COMUNICAR EN EL TERCER SECTOR: ¿A QUÉ RETOS NOS ENFRENTAMOS?

Cuando nos adentramos en el mundo del Community Management y en todas las posibilidades que ofrece nos sentimos como aprendiendo a hablar un idioma nuevo, con sus reglas, su funcionamiento y cultura particular. Esto entraña muchos retos.

Para alcanzar una comunicación fluida y eficaz en redes sociales es preciso aprender, conocer, desgranar, explorar y practicar  la «lengua» propia de estas.

Globo terráqueo rodeado de  logos de distintas redes sociales como Facebook, Whatsapp, Twitter... Algunas de ellas se utilizan en el tercer sector.
Comunicación fluida y eficaz en redes sociales

En primer lugar, como un bebé que comienza a relacionarse y a expresarse verbalmente con el mundo, es necesario observar qué hacen las demás personas a nuestro alrededor, para así comenzar a balbucear, experimentando qué respuestas y reacciones ofrecen los sonidos emitidos, al igual que sucede con nuestras intervenciones en la red. Para este fin, nos serán de utilidad las herramientas de monitorización.

Más adelante, nos damos cuenta de que no es lo mismo dirigirse a papá, a la abuela, a la tía…, con el fin de que nos den permiso para ir a esa fiesta de cumpleaños que tanto deseamos. Del mismo modo, según el tipo de público que tengamos en cada red y lo que queramos conseguir en cada una de ellas, utilizaremos estrategias diferentes para alcanzar nuestros objetivos.

Cuando ya somos adultos, vemos que no es lo mismo contarle de forma oral a una amiga lo chulo que fue el hotel en el que estuvimos de vacaciones que dejar una opinión escrita en la web del establecimiento. De la misma manera, tampoco es lo mismo comunicar a través de una foto, un video o una infografía… Cada uno de estos soportes tiene unas reglas que es preciso conocer y manejar. (Si quieres saber más acerca de la creación de infografías, Piktochart es una herramienta que puede ayudarte).

Por otro lado, si comparamos el equipaje y los recursos necesarios para irnos de escapada de fin de semana y para irnos un mes al otro lado del charco, estos no serán los mismos. Con nuestras redes sociales ocurrirá algo similar, los recursos e inversión que empleemos dependerán de si queremos llegar a 20, 50, 400 o 1.000.000 de personas, así como de los destinos, es decir, de los objetivos que queramos alcanzar.

Además, también tendremos que tener en cuenta la hora a la que realicemos nuestras publicaciones, ya que no obtendremos igual respuesta si ofrecemos un café a las ocho de la mañana que a las ocho de la noche. Sin duda alguna, este tendrá más posibilidades de ser aceptado de buena mañana.

Asimismo, en todo acto comunicativo, la actitud de apertura, escucha y flexibilidad son importantes. Si nos enrabietamos y nos agarramos fuertemente a nuestra idea inicial, dejando de lado las necesidades e intervenciones de las personas que nos siguen, tendremos grandes posibilidades de perder fidelización por el camino.

Por último, aprender a hablar y a comunicar es un proceso que comienza cuando somos muy pequeños y que dura toda la vida. Del mismo modo, aprender a comunicar, transmitir y dar voz a la labor de las organizaciones del tercer sector es un proceso que va de la mano de la formación constante para hacer frente a la evolución y cambios que se van produciendo en dicho ámbito.

Y a ti, ¿qué tal se te dan los “idiomas” del tercer sector? ¿Te atreves a ir más allá? ¿Cuáles son los retos que tenemos las organizaciones sociales ante la tecnología? Te invitamos a que reflexiones acerca de este tema visualizando el siguiente video.

Community Manager. Qué no somos.

El Community Management, es una profesión muy nueva, y aunque parece que popular y en auge, aún no está claro ni nuestro papel ni nuestras funciones. En este post vamos a contarte lo que no es un/a Community Manager. Si ya te dedicas a ello seguro que esto te va a sonar. Si te interesa esta profesión, no te pierdas lo que viene.

No somos actualizadores/as de status.

Como Community Manager de nuestra entidad, no debemos relegar nuestro papel a una “obligada” presencia en las redes sociales, simplemente porque “todo el mundo está”. Publicar por publicar sin sentido es un error que tu organización pagará caro.

La presencia del Tercer Sector en la cultura digital aporta un valor enorme en sí misma. Las organizaciones sociales tenemos mucho que contar y compartir. Queremos transformar la sociedad, generar el cambio, dar voz a quienes no la tienen. ¡Qué gran potencial para comunicar! Como Community Manager , estamos encargados de crear relaciones entorno a nuestra entidad. Mantén, aumenta y defiende esas relaciones entre organización y comunidad.

No somos animadoras/es.

Nuestro papel de Community Manager no es el de animar en un perfil de Facebook, publicar un “Felíz lunes!!” en Twitter, o memes en Instagram. Y todo con mil emoticonos y hashtags.

Debemos cuidar y evangelizar. ¿Y eso cómo se hace? Escucha, responde, informa, calla y escucha más. No nos gusta la palabra animar, pero nos encantan las palabras dinamizar y fidelizar. Esa es nuestra misión, mantener la comunidad, algo que conseguirás si sabes vislumbrar, reflejar y respetar el punto de vista de las personas que forman parte de ella. Recoge el feedback, crearás relaciones de confianza. Y recuerda: ¡escucha, escucha y escucha!

No somos el departamento de reclamaciones.

Nuestra función no es solucionar posibles quejas, descontentos o malentendidos de la comunidad de cara a la entidad. Es más, esto nos podría llevar a complicarnos la vida y llegar a situaciones indeseables, como una mala gestión de una crisis de reputación.

Lo que sí somos es el canal de comunicación entre la entidad y la comunidad, entre la voz de dentro y la voz de fuera.

Para poder gestionar este tipo de situaciones son importantes varios aspectos, empezando por conocer el sector en el que se mueve tu organización y conocer la entidad por dentro. Esto nos permitirá derivar a los diferentes departamentos o personas de forma adecuada, y después actuar como canal de comunicación hacia el exterior.

Como conocedores de la cultura y del lenguaje 2.0, así como de los tecnicismos propios del sector de nuestra organización, en la comunicación tanto interna como externa es importante saber transmitir y adaptar mensajes en los lenguajes adecuados. Un comentario negativo en Twitter puede interpretarse de manera desproporcionada a nivel interno en la entidad. Así como ser muy técnicos en nuestras comunicaciones en redes sociales puede transmitir opacidad y no transparencia alejando a la comunidad. ¡Y eso es lo último que queremos!

Para finalizar te recomendamos la web de AERCO, la Asociación Española de Responsables de Comunidad y Profesionales Social Media. Encontrarás mucha información de interés sobre nuestro papel y funciones.

Si trabajas en el Tercer Sector, aquí tienes el mejor curso online que vas a encontrar: Community Manager en el Tercer Sector.

Y vosotras/os como profesionales, ¿os sentís indentificadas/os? ¡Contadnos!

¿Y yo por qué soy community manager en una ONG?

A mi tatarabuela la llamaban Carola la de los periódicos y, aunque ella, “movía” la información para “matar la fame” (matar el hambre) como decimos en Asturias y no tiene mucho que ver con la figura del community manager que tratamos en este tema, sí me gusta pensar que cien años después fui la primera de la familia en tomar la decisión de que la información/comunicación serían el centro de mi vida profesional.

Qué nostalgia le entra a una recordando cuando en primero de periodismo decía convencida que quería ser la voz de los que no tienen voz, aunque tuvieras a Gutenberg como compañero de clase durante casi cinco años  y no entendieras muy bien qué hacías con un tipógrafo midiendo columnas, cuando podías estudiar cosas más útiles para toda la efervescencia de planes que tenías entre manos.

Una misma organización. Diferentes realidades.

Ahora creo que todo aquello formaba parte de un proyecto de aprendizaje necesario y de un desarrollo de la capacidad de adaptación, de respeto y de comprensión, tan necesarios en el mundo 2.0. Y como estoy en plan muy como de confesionario 😉  os pongo un ejemplo personal:

Trabajo en una organización que defiende los derechos de las personas con discapacidad intelectual.  En mi día a día tengo que hacer ver a madres de personas con discapacidad intelectual, que sus hijas son mujeres y no tienen que llevar lacitos en el pelo y a chicos de secundaria que una mujer con discapacidad intelectual no es una niña eterna a la que tengas que tratar con condescendencia o buenismo. Dos puntos de vista iguales, en generaciones separadas por décadas.

En el Tercer Sector y dependiendo del ámbito en que trabajes, el community manager es un tándem que equilibra la idea de comunicar del pasado con todo el abanico de posibilidades que nos ofrece internet y las redes sociales. Nuestros públicos pueden ser diametralmente opuestos y seguir siendo igualmente importantes. Y el cambio que buscamos también es necesario en generaciones que no saben de smartphones pero sí de lucha social.

Todo lo anterior es mi background, mi terrenito en el que ver crecer mis proyectos, ideas y objetivos. Por eso, cuando todo avanza a velocidades relámpago es importante tener tu propio mantra: ¿Hacía dónde vamos? ¿Qué queremos conseguir?

Así que vamos al tema

¿Qué es ser community manager?

Vamos a nuestra querida Wikipedia y nos hablan de responsable de comunidad en Internet. De la persona encargada o responsable de sostener, acrecentar y, en cierta forma, defender las relaciones de la empresa con sus clientes en el ámbito digital, gracias al conocimiento de las necesidades y los planteamientos estratégicos de la organización y los intereses de los clientes

Fuente: FreePick

Por ponerlo un poco más clarito, hablamos del community manager en el Tercer Sector.  Y así a lo loco, atreviéndome con una definición para dummies: Es una persona formada, curiosa, creativa, organizada, respetuosa, empática, crítica… que cuenta cosas para cambiar realidades que no nos gustan, utilizando para ello las herramientas digitales

Buceando en artículos como éste (muy recomendable), las personas que se dedican al community manager tienen las siguientes tareas:

Fuente: FreePick
  • Ejecutar el social media plan pautado por el Social Media Manager
  • Generar el contenido que se distribuirá por las principales redes sociales donde la organización esté presente
  • Calendarizar, programar y publicar ese contenido generado
  • Identificar tendencias en redes sociales para poder aplicarlo al plan de marketing digital de la marca
  • Detectar usuarios influencers de su sector o marca, monitorizar su actividad y, en caso de que fuera necesario, cultivar relaciones con ellos
  • Conocer las herramientas y plataformas necesarias en la gestión de las distintas comunidades.
  • Monitorizar la conversación que se produce en medios sociales acerca de la marca
  • Gestionar o trasladar las demandas a través de redes sociales de los stakeholders al departamento de atención al cliente.

Por añadir algo más, de cosecha propia a nuestro día a día:

  • Saber escuchar, comprender, ser una esponja. Siempre tienes a gente de la que aprender. Alégrate de ello. Y, cuando sea necesario, tienes que saber defender tu criterio profesional.
  • Implicar a toda la organización. Tener capacidad de entusiasmar.
  • Recuerda las lecciones de la carrera, si has estudiado periodismo. En el mundo de la sobreinformación, contrasta. Di siempre la verdad.

Pero sobre, sobre, sobre, sobre todo y porque es imprescindible:

Tienes que creer en lo que haces.

El Tercer Sector requiere compromiso, sensibilidad. El papel del community manager para general cambios sociales es fundamental, porque es el nexo entre la sociedad y la organización. Pero de nada sirve si no te lo crees. Porque se nota. Se palpa aunque sea algo inmaterial.

Por suerte yo no tengo que matar la fame como Carola. Pero sí quiero “matar” la desigualdad. Eso para empezar. Y, echando la vista atrás orgullosa, seguir siendo voz de los que no tienen voz o sólo pueden hablar bajito.

TU ENTIDAD NECESITA UN COMMUNITY MANAGER (AUNQUE AÚN NO LO SEPAS)

El marketing digital es una de las herramientas más potentes con las que cuenta el Tercer Sector y, sin embargo, son muchas las entidades que no están sabiendo aprovechar todas las ventajas que tiene el estar a tan sólo un clic de la gente.

¿Tu entidad es una de ellas?

En este post voy a tratar de explicarte por qué es importante estar presente en las redes sociales, qué puede hacer un community manager por tu entidad y aclarar algunas ideas equivocadas que se tienen en torno a esta figura profesional.

Community Manager en el Tercer Sector

Hablemos de Marketing Social

El marketing no está del todo bien visto dentro del Tercer Sector. A algunos profesionales del ámbito social les sigue sonando a ventas, a clientes, a empresas y a estrategia. Y, claro, como esas palabras poco o nada tienen que ver con las organizaciones sin ánimo de lucro, parece que esto del marketing no termina de encajar.

Pero… ¿y si te dijera que el marketing también puede apoyar causas sociales como la tuya?

Cada vez son más las ONGs, Fundaciones y asociaciones del Tercer Sector que utilizan campañas como ésta para dar a conocer sus proyectos y concienciar a la sociedad de las causas sociales por las que trabajan.

Sin duda, son geniales. Pero no te confundas: El marketing social no es algo que sólo puedan permitirse las grandes organizaciones, ni consiste únicamente en lanzar costosas campañas publicitarias.

Cualquier entidad social (- sea del tamaño que sea y cuente con más o menos recursos económicos -) puede hacer del marketing digital su mejor aliado. Sólo hace falta tener una página web; crear un blog con contenido propio; enviar newsletters; y estar presente en redes sociales.

Nada inalcanzable… en teoría.

El problema es que, aunque tu entidad probablemente ya tenga página web y perfil en redes sociales, la realidad puede parecerse demasiado a esto: Las visitas a vuestra web caen a cuenta gotas, nadie retuitea lo que publicáis, no tenéis demasiados seguidores en Facebook, apenas hay comentarios y los resultados nunca llegan. El esfuerzo no merece la pena.

¿O sí?

Lo que un Community Manager puede hacer por tu entidad

Seguramente a estas alturas ya te has dado cuenta de que, si lo que quieres es que tu entidad consiga llegar a más gente y generar una comunidad comprometida con tu causa, no basta sólo con estar presente en las redes sociales.

Para conseguirlo, tiene que haber detrás una estrategia de comunicación bien pensada. Y adivina: eso es precisamente lo que sabe hacer un community manager.

Funciones del Community Manager

Es bastante común dentro del Tercer Sector que, además de estas funciones propias del community manager, la persona encargada de llevar las redes sociales tenga que realizar también otras tareas relacionadas con la comunicación digital de la entidad: El diseño de material gráfico; la redacción de artículos del blog; y un laaargo etcétera.

¿Piensas que cualquier persona puede hacer todo esto y, además, hacerlo bien?

Quién puede ser y no ser Community Manager en el Tercer Sector

Cualquier trabajador de la entidad NO vale

Igual que nadie dejaría la contabilidad de la entidad en manos de un trabajador al que simplemente se le dan muy bien los números; tampoco debería delegarse las tareas de comunicación a cualquiera.

Como en toda profesión, para community manager no todo el mundo vale

Desgraciadamente, en muchas entidades esto no se valora lo suficiente y, no sólo se le asigna la función a alguien que no está formado para ello, sino que apenas se le deja tiempo para cumplir con las tareas del puesto. Lo que esa persona termina haciendo es publicar por publicar en los pocos ratos libres que encuentra y así es muy difícil gestionar una comunidad online.

Todas las personas con formación en marketing no siempre son mejores

Para trabajar en el Tercer Sector hace falta tener cierta sensibilidad por las problemáticas sociales. Si contratas a una persona muy crack en temas de marketing pero que no cuenta con esa empatía, corres el peligro de que la marca de tu entidad no se perciba como cercana y comprometida.

Un profesional con doble perfil es lo que necesitas

Una de las mejores opciones sería poder incorporar a tu equipo de profesionales alguien que tenga formación en las dos áreas: tanto en la social como en la de marketing digital. Esta persona podrá integrar y aplicar todos sus conocimientos dando una visión mucho más amplia y, seguro, ayudará a definir y ejecutar bien cualquier estrategia de comunicación 2.0 que queráis seguir.

Formar como community managers a algunos trabajadores de la entidad

Cuando no se tiene recursos económicos para contratar a nuevos profesionales, no queda otra que hacerlo con las personas que ya están dentro. Ellos ya trabajan y conocen los entresijos de la entidad así que lo importante en este caso es tener claro que esas personas para poder hacer un buen trabajo van a necesitar formación con cursos especializados como este.

***

Ahora que sabes que es necesario trabajar de manera profesional vuestra presencia online… ¿Aún sigues creyendo que tu entidad no necesita un Community Manager?

Cómo ser community manager en terreno y no morir en el intento

Normalmente los community manager de las ONGs pasamos la mayor parte del tiempo en sede, contando lo que está pasando en terreno y lo que nuestra organización hace en los proyectos.

Por eso, cuando mi organización y yo decidimos que seria una fantástica idea que me viniese a terreno a vivir el día a día, a trabajar directamente en los proyectos y a reportar la realidad nepalí, pensé: «¿qué puede salir mal?»

… ilusa de mi…

Para comenzar diré que, por supuesto, no era mi primera vez en terreno trabajando para una ONG, aunque si, es mi primera vez trabajando en comunicación.

Hasta el momento, mi labor en terreno había sido de jefa de proyectos, por lo que mi trabajo constaba de cientos de actividades diferentes que podía ir alternando y que se terciaba totalmente llevadero en las condiciones de vida de ciertas realidades. Pero, ¿qué pasa cuando todo tu trabajo depende de la tecnología en un país donde la electricidad nunca es constante? ¿donde, inexplicablemente los aparatos deciden no funcionar de un momento a otro? ¿donde las tormentas eléctricas y el monzón te encierran en casa por semanas? ¿donde el navegador, no sabemos bien porqué, cuestiona tu identidad humana cada día y bloquea tu acceso indefinidamente?… ¿Qué pasa entonces?

Bien, tenemos diferentes maneras de actuar.

  • Vuélvete loca, lamenta tu suerte, llora desesperadamente y dramatiza junto a tus compañeros/as locales mientras te miran asombrados/as.
  • Inventa una alternativa a la electricidad aún no inventada y deja a la humanidad loca

O… Asúmelo y sumérgete en la realidad.

Obviamente, aquí me tenéis, sumergida 100%…

Después de mucho tiempo siendo consciente de que los ritmos entren ambas realidades no pueden ser compatibles como se supone que sabía pero que parece que había olvidado. Después de recordar que no tengo control sobre ello, tras darme cuenta que desde sede lo saben perfectamente y no esperan que haga milagros y conectar con lo que de verdad pasa en el mundo más allá de la red… comenzó a abrirse la caja y pude salir.

Y resulta que fuera de ella, como siempre, hay nuevas oportunidades para comunicar, de diferentes maneras y con diferentes enfoques, que no necesitan de la tecnología y que te fuerzan a ser más creativa y más humilde, una vez más.

Así que… sino mueres en el intento, es porque has entendido, de nuevo, de qué se trata lo que estás haciendo…

Yo para ser community manager quiero ser un anfibio con brújula

Ser community manager para una entidad del tercer sector comprende muchas funciones diferentes.

  • Por un lado, hay que estar al tanto de todo el trabajo y el contexto de la organización en la que trabajamos.
  • Además, hay que leer y conocer todas las noticias e información de actualidad de nuestro sector y nuestro ámbito.
  • Hay que tener sensibilidad para captar los intereses de las personas interesadas en nuestra entidad (lo que llamamos la comunidad).
  • Además, es necesario movilizar a la acción y al compromiso a esa comunidad con la que dialogamos.
  • Más difícil todavía: en un contexto de infoxicación hay que lanzar mensajes creativos que destaquen. Es importante además gestionar crisis de reputación.
  • Y no hay que olvidar la visión estratégica: hay que diseñar estrategias sobre la marcha de ensayos y errores.


Pero sobre todo no perder nunca de vista el objetivo transformador de nuestra organización y ser fiel a este objetivo en el mundo digital y el mundo analógico.


Puede ser, como señala el meme de aquí arriba, que nos queramos creer una suerte de Braveheart, de heroinas que arengan a las masas, o que la sociedad nos vea como unos friquis, pero lo cierto es que el trabajo del community manager ha ganado mucha importancia en un mundo en el que todo pasa por lo digital y las redes sociales (incluso hay periódicos que llenan su web de hilos virales de Twitter, fotos más comentadas en Instagram y vídeos millones de veces compartidos en Facebook).

Eso sí, es tremendamente importante que las entidades del tercer sector no nos dejemos fagocitar por la lógica marketiniana que lo engulle todo y que no olvidemos tres aspectos que deberían guiar nuestro trabajo en las redes:

Un community manager ha de tener siempre presente nuestra brújula

Como entidad del tercer sector, nuestra misión más importante no es ganar clientes (o donantes o socios), sino provocar un cambio social. Y esto nunca lo podemos perder de vista, aunque, como dice ONGAWA en un informe muy recomendable, nadie dijo nunca que esto fuera fácil. Todos los mensajes que compartamos, que retuiteemos, las preguntas que formulemos a la comunidad… deberían ir siempre en este sentido, porque con nuestro trabajo queremos construir un mundo más justo y solidario, ¿no es así? Con esta brújula siempre presente, podremos desechar mensajes asistencialistas, imágenes que no respetan la dignidad de las personas, lenguaje determinista (dejaremos, tal vez, de hablar de personas desvalidas o países subdesarrollados para hablar de países empobrecidos o personas cuyos derechos son vulnerados)… Y hablaremos de problemas globales, de las causas radicales de estos problemas, de corresponsabilidad… Y tal vez ofreceremos ideas a nuestra comunidad para sumar mucha gente pequeña que hace cosas pequeñas y así pueda cambiar el mundo, como dijo Galeano.

Un community manager debe navegar con los pies en la tierra

Víctor Marí Sáez dice en ParadigmáTIC@s que «tenemos el reto de ser anfibios, el reto de aprender a vivir en dos medios diferentes. El mundo digital, de las redes sociales y de los nuevos medios, por un lado, y el mundo analógico y de los medios masivos por otro». Y lo cierto es que las entidades con vocación transformadora en el tercer sector no debemos conformarnos con una buena actuación en el mundo digital, con tener muchos seguidores, mensajes virales, campañas exitosas y recogidas de firmas masivas en el ámbito digital. Tenemos que tener un pie en las calles, en la realidad local en la que trabajamos, en la colaboración con diferentes ONGs y colectivos que comparten nuestros objetivos. Y todo esto tendría que tener un reflejo en las redes.

Dialogar es imperativo para los community managers

En las redes, debemos hablar con nuestra comunidad, con organizaciones afines, con personas influyentes en redes sociales, con los temas de interés en cada momento… Gestionar las redes sociales parece muchas veces ir tirando del hilo para tejer alianzas y entablar conversaciones y debates que nos unan y comprometan. Si queremos provocar un cambio social y, además, un cambio de valores, dialogar es básico.

Es muy probable que sintamos que el contexto (la corriente) nos empuja a la banalización, el click fácil y la búsqueda de donaciones fáciles y rápidas (reflejo de un modelo de comunicación transaccional, tal como se denomina en el interesante informe Finding Frames, sobre los mensajes de las ONGs que trabajan para erradicar la pobreza). Pero si queremos llegar a buen puerto (construir mayor justicia social) necesitamos apostar por una comunicación alternativa y crítica, también utilizando lo que muchos críticos dirían que son las herramientas del amo: las redes sociales.

Los números lo dicen todo

¿Aún en tu organización no se han tomado en serio la figura del Community Manager? Cuéntales estas cifras y ya nos cuentas que pasa después.

De más está decir que las RRSS ya forman parte de la comunicación habitual en nuestra sociedad, pero…realmente podrías cuantificar el alcance real de este fenómeno en nuestro país. Sí, muy alto, mucha gente, todo el mundo, etc…y cuánto las usan, cuáles prefieren….cuando conoces los datos, sabes que las RRSS es algo hay que tomarse muy en serio.

En tu organización no acaban de convencerse de estar en redes sociales, no se trata de ir subiendo noticias, fotos o contestar a alguien que perdido por ahí, de repente nos pregunte algo… no. No se trata de poner el logo de la rrss en nuestra web y parecer que estamos superactualizados. No se trata de colgar lo mismo en cada una de las rrss en las que estamos. No.

En tu organización sí creen que la gestión de las rrss las puede hacer cualquier contratado o incluso voluntario que rascando huecos pueda ir publicando contenidos, según vaya viendo. Esto sí.

Pues llega la hora de convencerles de que la gestión de las redes sociales de su organización debe estar completamente planificada y razonada, cuidadosamente ejecutada y minuciosamente medida.

OJO AL DATO  😉

Según el último estudio de RRSS de la IAB (Interactive Advertising Bureau – asociación que representa al sector de la publicidad y la comunicación digital en España) el impacto actual de las rrss en España es brutal:

  • Un 85% de los internautas de 16-65 años utilizan Redes Sociales, lo que representa más de 25.5 millones de usuarios en nuestro país
  • Los usuarios conocen de media 8,7 rrss de forma sugerida, Facebook y Whatsapp son las primeras Redes mencionadas, muy seguidas de Twitter, Instagram y Youtube.
  • Actualmente, los usuarios visitan 4,7 (en promedio) Redes Sociales.
  • Más de una hora al día de conexión a las RRSS favoritas
  • Un 81% declara ser fan/ seguir marcas a través de Redes Sociales

Estos son algunos de los datos del estudio, en este enlace podrás encontrar el estudio completo.

¿PUEDEN SER EFECTIVAS LAS RRSS PARA NUESTRA ORGANIZACIÓN?

Sin duda alguna, te enumeramos algunas de las ventajas que nos pueden ofrecer:

  1. Una presencia activa en redes sociales ayuda a la empresa a reforzar su marca y crear mayor conciencia de la organización.
  2. Mejora de la repercusión mediática a un coste bajo y aprovechando el efecto viral nuestro mensaje puede difundirse muy rápidamente.
  3. Atracción de nuevos  socios, colaboradores, ya que mejora claramente nuestro posicionamiento en internet y atrae más tráfico a nuestra web
  4. Apoya la credibilidad y confianza. Crean cercanía y a través de comentarios y publicaciones con contenido relevante se fortalece el vínculo con nuestro público.
  5. Gestión de la reputación y de potenciales crisis, ya que aportan la capacidad de monitorear las conversaciones sobre la organización.

EL VALOR DE UNA GESTION ESPECIALIZADA

Muchas organizaciones no consideran importante que la gestión de las redes sociales la haga un profesional del sector, y por eso encargan este trabajo a  algún miembro que no tiene la formación necesaria o el tiempo justo para dedicarle.

Vistos los números y teniendo en cuenta que  las rrss nos pueden ayudar a impactar, convencer, fidelizar y prescribir a nuestro público objetivo, merece la pena que haya una persona especializada que construya y desarrolle una estrategia adecuada para que nuestra organización alcance sus objetivos.

Esa persona es nuestro Community Manager, alguien que es capaz de:

Y ahora qué…pasamos de verdad a la acción?

Cómo movilizar y fidelizar a tu base y no morir en el intento

La labor del Community Manager en una entidad social es una carrera de fondo. Es el encargado de amasar y moldear la cantidad ingente de actividades, información y acciones que se desarrolla dentro de una entidad. Traducirlo y comunicarlo de una forma comprensible para su público, procurando que eso comunique bien la causa y conecte.

Pero, ¿cómo podemos organizar toda esta información y comunicarla sin que se diluya y pierda entre el resto de actividades que desarrollamos?

Este es mi propuesta:


Paso 1: selecciona las actividades más relevantes, investiga sobre informaciones que puedan resultar interesantes para tu público

Paso 2: traduce el lenguaje engorroso que a veces utilizamos (¡“empoderar” no lo entiende todo el mundo!) y haz un diseño atractivo. Utiliza tus imágenes: en esto llevamos ventaja, tenemos maravillosas fotos que muestran nuestro trabajo y pueden trasmitir muy bien las emociones que genera nuestra causa.

Paso 3: publica en tus redes, blog… Cada una con un lenguaje: texto, visual… Selecciona aquellas que creas más eficaces para comunicarte con tu público (beneficiarios, junta, jóvenes…según tu propósito).

Paso 4: analiza, observa cómo ha funcionado tu mensaje, qué red ha funcionado mejor…

Paso 5: implementa. De acuerdo a los datos obtenidos, evalua qué crees que podría ir mejor.

Y todo esto con constancia y sin perder de vista nuestra causa.

Cómo un community manager y un navegante tienen mucho en común

Amiga community manager, te acabo de convertir en dueña de un barco. ¿Puede ser la embarcación –entiéndase red social– que quieras?, ¿un yate, un submarino, un crucero, un bote, un barco de vapor, un catamarán, una nao? No, no puede ser la que quieras, sino la que necesites en función de tus necesidades. Si quieres navegar cerca de la costa es posible que con un bote tengas suficiente (aunque tendrás que ejercitar tus brazos para poder cumplir los objetivos); si lo que quieres es cruzar los océanos, puedes aspirar a una más grande. Depende también de cuánta gente tengas pensado que se vayan a subir.

Pero ten en cuenta que si la embarcación es muy grande necesitarás una tripulación, es decir, una serie de herramientas que te ayuden en tu trabajo diario. De estas hay muchas y diversas. Lo mejor es ver las cualidades de cada una de ellas, ver qué te pueden ofrecer y, sobre todo, probar. Así podrás delegar parte del trabajo. Por ejemplo, puedes decirle a una persona de la tripulación que todos los miércoles, a media mañana, se acuerde de izar la vela mayor –o lo que es lo mismo, dejar programada una publicación en facebook.

Y no subas nunca a tu embarcación con las manos vacías. Antes de emprender el viaje, tendrás que saber cómo hacerlo. Fórmate. Porque manejar una embarcación no es fácil.

Como marinera –como community manager-, necesitarás ser aventurera y correr el riesgo de adentrarte en alta mar. Pero no olvides nunca tu cuaderno de bitácoras –donde apuntarás que has hecho cada día- para así poder ver tus resultados cuando el viaje termine, ni tu sextante –el plan de comunicación– para que no pierdas dónde estás. Te aconsejo también que hagas un poco de esponja –siguiendo la terminología marina al estilo de Bob Esponja- y absorbas todo lo que puedas. Para ello debes tener referentes, una serie de amigos, como Patricio, Arenita, Gary o Calamardo, o una serie de lugares como el Krusty Krab donde inspirarte. Y ¡recuerda!, si ellos pueden ayudarte a ti, tú también puedes ayudarles a ellos. Además, dispón de un buen catalejo, porque en cualquier sitio podrás encontrar algo interesante.

La aventura y la creatividad son aspectos cruciales, pero… ¡oh no!, ahí están los piratas –si elegiste una calavera- o el iceberg –si elegiste un crucero-. Que no cunda el pánico. Que nadie salte por la borda. Que nadie se beba todo el Ron para que no acabe en manos enemigas. No fue el caso del Titanic, pero tú sí tienes previsto estos contratiempos. Así que tómate un minuto para respirar y afronta la crisis como la tenías planeada.

No olvides nunca que no eres una marinera cualquiera, sino que formas parte de un sector especial e, incluso, privilegiado. Sácale el partido a ello. Porque es tu punto fuerte.

Y con todo esto, a veces, solo a veces, acabas en una isla desierta con tu embarcación encallada en la arena. Por más que lo has trabajado y por más que has seguido paso a paso todo lo que tenías planeado, llega un momento en que te das cuenta que tu barco está estancado y no se mueve. Es el momento de repensar e introducir cambios. Tómatelo con calma, ten paciencia y aprovéchate de lo que tengas a tu alrededor y de tu tripulación. Ambos te aportarán ideas sobre qué has estado haciendo para llegar ahí y cómo cambiarlo.

En cualquier caso, la navegación nunca será tranquila. Y si lo llega a ser, no te relajes. Porque a tu espalda puede estar formándose un temporal que haga crecer el oleaje. Además, esperamos que nunca llegues a verlo, pero es posible que llegues a encontrarte con el Kraken.

Pero si estás pendiente, siempre con tu catalejo y el sextante a mano, la navegación será lo más amena posible y conseguirás realizar un viaje realmente enriquecedor.

CM TERCER SECTOR: NECESIDAD , IMPOSICIÓN O DEVOCIÓN

Creo que las opciones de crear un CM en una asociación pequeña pasarían por las siguientes fases:

¿NECESIDAD?

Cuando en el camino de una Asociación se cruzan por medio las redes sociales,  surge la pregunta más importante:

¿Lo necesitamos?
A partir de ahí el debate se hace bajo la lupa de la frase “los demás ya lo tienen»

IMPOSICIÓN

Una vez estipulado que es necesario para la asociación surge el debate de quien lo tiene que hacer. Quien tiene que organizar como si de un director de orquesta se tratara todo lo que nos ofrece la red Social.

Varias  posibilidades aparecen en la asociación, la primera opción y la más fácil en descartar es la posibilidad de contratar a alguien para llevar esa función, cuesta dinero, tampoco es para tanto esto de Facebook  y principalmente, eso se hace en 5 minutos .

La segunda posibilidad es más fácil, una amigo, el sobrino del presidente, el hijo de un amigo que utiliza muy bien el Twitter (no importa que tenga 15 años)

A final y lo más habitual es utilizar una subvención, voluntario o prácticas para encargar  a una persona a poner en marcha eso tan fácil de  “Redes Sociales” , imposición.

Crea Facebook y empieza a compartir y a dar me gusta a todo lo que pasa por su lado. Comienzan a aumentar los amigos, «esto va viento en popa » y ya está en marcha la Comunicación de la Asociación.

El problema surge cuando la subvención se acaba, el voluntario deja la asociación o se acaban las prácticas de la persona encargada.

¿DEVOCION?

Surge el bajón en las redes y durante un tiempo nadie se vuelve a acordar de las redes sociales, hasta que alguien de dentro, alguien que tiene su trabajo y no tiene que ver nada con la comunicación, asume por vocación la necesidad y comienza de nuevo la actividad, a ratos, cuando su trabajo el permite y cuando resta de sus horas de descanso para dicha actividad.

A partir de ahí, persona “encargada” tendrá que compaginar su trabajo con la función de Community Manager para poner en práctica las habilidades necesarias para que un administrador Social tenga éxito y no morir en el intento.

Habilidades necesarias