Uno de los elementos más importantes dentro de un plan de comunicación es la definición del público objetivo, es decir, a quién nos dirigimos.
Cuando tenemos un proyecto, nuestro objetivo principal es llegar al mayor número de personas posible, pero no un número de personas cualquiera, sino que estén interesados en el producto o servicio que ofrecemos.
Estos últimos se convertirán en nuestro público objetivo. Para identificarlo podemos manejar tres tipo de criterios:
- Socialdemográficos, que incluyen variables como el sexo, la edad, el nivel de estudios, la posición en el hogar, etc.
- Socioeconómicos, que incluyen variables como el nivel de ingresos, el consumo, la clase social, etc.
- Psicográficos, que nos ayudan al conocimiento de la conducta de los individuos, e incluyen variables como la personalidad, el sistema de valores, el estilo de vida, etc.
La finalidad es una segmentación, que cuanto más precisa y más filtros tenga, mejor será el resultado.
Además de identificar nuestro público objetivo, debemos encontrarlo. ¿Por qué canal debemos publicar nuestro mensaje? Los usuarios que encontramos en cada plataforma no son siempre los mismos ni interactuan de la misma manera. Por ejemplo, si nuestro público objetivo tiene una edad comprendida entre 30-40 años, la red social más adecuada para que les llegue el mensaje sería Facebook, pero no Instagram que lo utiliza gente más joven.
En definitiva, antes de difundir nuestro mensaje, es muy importante para diseñar nuestra estrategia de marketing definir «a quién», «cómo es» y «dónde está». Debemos tener claro hacia quien va dirigido ese mensaje cuando queremos influir en las tendencias de consumo y fidelizar clientes.
Marta Rodríguez.