Pensando, pensando… llegué a una definición:

El community manager es un profesional que ha nacido tras la repercusión que suponen las redes sociales para cualquier empresa, entidad, negocio… y que tiene que tener múltiples funciones y múltiples habilidades. Connie Bensen @cbensen lo define como la voz de la empresa puertas afuera y la voz del cliente puertas adentro.

Tras encontrar una definición que me cuadrara, llegó una preocupación.
La profesión de community manager es muy reciente y sus competencias deben ser muy extensas. Se le exigen unas habilidades, organización, estar enormemente cualificado y no se le permite expresarse, ya que siempre va a dar la cara por la empresa…
Con lo que mi primera conclusión es que ser CM es muy complejo, exigente y, en muchas ocasiones, tremendamente frustrante, ya que puedes desarrollar tus habilidades pero nunca podrás decir «lo que realmente piensas» (a no ser que lo que pienses coincida con las ideas de para quien trabajas) o que eres tú el que «piensa».
Las competencias profesionales hacen del CM un profesional muy completo y muy polivalente, ya que tiene que saber hacer muchas cosas y también debe de saber cuál es el momento adecuado para hacerlas.
A parte de las competencias profesionales, también son necesarias competencias personales como grandes dosis de creatividad, humor y saber estar… sin hablar de su gran capacidad de organización, gestión de conflictos, mediación, flexibilidad…

Toda esta reflexión me hizo pensar en un anuncio de hace 20 años. Era el anuncio de un coche dónde se hablaba de jóvenes aunque sobradamente preparados. Se comenzaba a hablar de las múltiples capacidades y competencias que se comenzaban a pedir a los profesionales. En la actualidad, un CM está superpreparado y a su vez debe de tener grandes dosis de jovialidad, frescura, creatividad. Se pide a una persona que compagine a la perfección el uso de sus dos hemisferios y sea jovial y riguroso a la vez.

Entre la cantidad de cosas que debe hace un buen CM J.A.S.P, las principales serían las siguientes:

– Saber leer muy bien y entender lo que expresan sus usuarios (lo que quieren y necesitan) .
– Saber buscar los que otros escriben y dicen sobre su empresa en todo internet. Ya no sólo es escuchar, sino saber dónde y cómo escuchar.
– Conocen a la perfección las redes con las que trabajan, como optimizar sus mensajes y a qué hora utilizarlas.
– Deben de saber planificarse muy bien: no sólo para comunicar, sino para saber qué es lo que deben de transmitir. Antes de todo, deben de tener un plan.
– Son el embudo de la empresa. Deben de conocer a la perfección la empresa y conocer el mensaje que quiere trasmitir para ir dosificándolo y distribuyéndolo en las diferentes redes sociales.
– Son muy creativos a la hora de expresarse, como de gestionar las redes de usuarios.
Mi conclusión es que ser un buen CM es muy complicado y que hay que tener paciencia e ir por partes.
Lo primero, hay que tomarlo con calma e ir aprendiendo las herramientas y familiarizarnos con las redes, ser muy curioso y conocer lo que hay y lo que se cuece y, lo segundo, hay que ser muy escrupuloso y organizado con nuestras acciones para llegar a ser eficientes y joviales aunque sobradamente preparados.

Cierro mi post con una infografía sobre el CM ideal, con la esperanza de poder llegar a serlo y con una pregunta:

Si parece tan complicado, ¿Qué requisitos mínimos tengo que tener para llegar a desempeñar eficientemente el trabajo?