Ya no son sólo los expertos, las instituciones, los grandes medios o los líderes de opinión los que generan conocimientos y mensajes. En la actualidad cualquiera es un generador de conocimiento y opinión mediante un post, un artículo o un blog en la red. Ya no hay comunicación pasiva. Existe una retroalimentación instantánea y continua que ha permitido la democratización de la cultura, la creación y construcción de saber y contenidos participativos. Son la nuevas reglas de la participación 2.0 que han llegado a la ciudad global.
Es la comunidad 2.0 donde las redes y plataformas sociales configuran un nuevo paradigma
más participativo.
El community manager ha aparecido para poner un poco de orden a todo este aluvión comunicativo. Es el que hace llegar el clamor de la comunidad de una forma entendible a las entidades (asociaciones, organizaciones, empresas). Hace de catalizador entre las necesidades de la comunidad y de las entidades. Reduce el ruido de cada red social o plataforma para hacer llegar puntos de vista, demandas e ideas claras.
Debemos ser conscientes de la importancia de esta realidad. De la hiperconectividad de la sociedad y sus posibles consecuencias. De la importancia de la comunicación a todos los niveles. Estamos en una sociedad de cambio constante donde la comunidad 2.0 es una realidad (virtual) que está ahí.
Todo miembro de una entidad debe ser consciente de ello. Ellos son emisores de mensajes y tienen que estar preparados a la reacción de esta comunidad “activa”. Como destaca en el video Neyda Romero (CM de Amnistía internacional) la importancia de la transversalidad. La conciencia de cada miembro de la entidad como partícipes de la construcción de contenidos. Porque vivimos en una comunidad más participativa que antes, donde la pasividad se «va perdiendo» y hay que reaccionar.
Por ello, quería destacar las notas del manual de Territorio Creativo que dice: «El verdadero potencial está en establecer una relación de confianza con la comunidad de usuarios o simpatizantes de la marca, recoger el feedback de los mismos y utilizarlo para proponer mejoras internas.»(pag. 7)
Estos apuntes hablan desde el plano empresarial pero son totalmente trasladables al tercer sector:
«Si resumiéramos la misión del CM en cinco tareas, podrían ser las siguientes:
- Escuchar. Monitorizar constantemente la red en busca de conversaciones sobre nuestra empresa, nuestros competidores o nuestro mercado.
- Circular esta información internamente. A raíz de esta escucha, debe ser capaz de extraer lo relevante de la misma, crear un discurso entendible y hacérselo llegar a las personas correspondientes dentro de la organización.
- Explicar la posición de la empresa a la comunidad. El CM es la voz de la empresa hacia la comunidad, una voz positiva y abierta que transforma la “jerga interna” de la compañía en un lenguaje inteligible. Responde y conversa activamente en todos los medios sociales en los que la empresa tenga presencia activa (perfil) o en los que se produzcan menciones relevantes. Escribe artículos en el blog de la empresa o en otros medios sociales, usando todas las posibilidades multimedia a su alcance. Y selecciona y comparte además contenidos de interés para la comunidad. (Adecuando el mensaje a cada perfil: fans, socios, tweet, facebook, etc)
- Buscar líderes, tanto interna como externamente. La relación entre la comunidad y la empresa está sustentada en la labor de sus líderes y personas de alto potencial. El CM debe ser capaz de identificar y “reclutar” a estos líderes, no sólo entre la comunidad sino, y sobre todo, dentro de la propia empresa.
- Encontrar vías de colaboración entre la comunidad y la empresa. La mayoría de directivos desconoce cómo la comunidad puede ayudar a hacer crecer su empresa. No es algo que hayan utilizado nunca en su carrera, ni que hayan estudiado en las escuelas de negocios. El CM les debe mostrar “el camino” y ayudarles a diseñar una estrategia clara de colaboración.»
En el manual hablan de totalmente imprescindibles las dos primeras. Aunque todas son de igual valor. Las dos primeras hablan de hacer una escucha activa entre la comunidad y entidad. Para, como explica en el punto tres, elaborar un feed-back positivo y constructivo entre ellas. Atendiendo a demandas, necesidades surgidas y evolucionando con ellas sin perder la coherencia de nuestros objetivos.
Destaco las dos últimas por haber tomado la relevancia de la participación 2.0 en la actualidad. Hablamos de construcción de conocimiento participativo en la red. Una entidad, sin olvidar sus objetivos, tiene la posibilidad de optimizar la realización de éstos estando en armonía con las necesidades de la sociedad. Tan solo escuchando, observando e interiorizando lo que la comunidad le comunica. Ya no hay sujetos pasivos. Hay prosumers de la comunicación. Y tienen algo que decir. Esto nos abre caminos a nuevos horizontes de entendimiento, colaboración y, quizá, de libertad. ¿O no lo veis así?
Y entre todo este polvo mediático; un CM nos lo podemos imaginar como un “sheriff” que llega poniendo orden entre el ruido producido en la red para llegar a la armonía con la comunidad.
¿Qué por qué un sheriff? ¡Yo que sé! Mola lo de tener una estrella. ¿No?
Muy bien escrito, divertido pero conciso y claro que mola lo de la estrella. Una de las cosas que recomiendan al escribir en redes sociales es ser uno mismo no? pues se nota la naturalidad con la que escribes. Las 5 tareas que nombras podrían ser la guía perfecta para éste y otros sectores sí. Un saludo!