La labor del Community Manager en una entidad social es una carrera de fondo. Es el encargado de amasar y moldear la cantidad ingente de actividades, información y acciones que se desarrolla dentro de una entidad. Traducirlo y comunicarlo de una forma comprensible para su público, procurando que eso comunique bien la causa y conecte.
Pero, ¿cómo podemos organizar toda esta información y comunicarla sin que se diluya y pierda entre el resto de actividades que desarrollamos?
Este es mi propuesta:
Paso 1: selecciona las actividades más relevantes, investiga sobre informaciones que puedan resultar interesantes para tu público
Paso 2: traduce el lenguaje engorroso que a veces utilizamos (¡“empoderar” no lo entiende todo el mundo!) y haz un diseño atractivo. Utiliza tus imágenes: en esto llevamos ventaja, tenemos maravillosas fotos que muestran nuestro trabajo y pueden trasmitir muy bien las emociones que genera nuestra causa.
Paso 3: publica en tus redes, blog… Cada una con un lenguaje: texto, visual… Selecciona aquellas que creas más eficaces para comunicarte con tu público (beneficiarios, junta, jóvenes…según tu propósito).
Paso 4: analiza, observa cómo ha funcionado tu mensaje, qué red ha funcionado mejor…
Paso 5: implementa. De acuerdo a los datos obtenidos, evalua qué crees que podría ir mejor.
Y todo esto con constancia y sin perder de vista nuestra causa.