niños y redes sociales. Nos guste o no … ahí están
En España, la ley es clara, hasta los 14 años no se puede tener perfil en cualquiera de las redes sociales, como se deriva de la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos) tal y como le exigía la Agencia de Protección de Datos. Esto ha obligado a algunas famosas redes sociales, como Facebook, a adaptar su política de acceso a este hecho.
Pero la realidad es otra. Es vox populi que no solo muchos sino que incluso probablemente la mayoría de niños de determinadas franjas edad (12 o 13 años, o incluso menos) tiene un perfil social en alguna o varias de las redes sociales más populares y por lo general los padres y madres conocen este hecho y lo consienten o toleran. En las organizaciones que nos dedicamos a la educación en el ámbito del tiempo libre se nos plantea una disyuntiva en cuanto a que actitud tener como educadores ante este hecho y como gestionar su participación en las redes y se plantean algunas preguntas:
- Podemos ignorar que tienen estos perfiles?
- Que hacer si nos agregan como amigos?
- Que hacer si participan y comentan nuestras noticias en las redes sociales?
- Debemos de denunciarlo a sus padres/madres y/o a la red social para que borren su perfil?
Si tenemos todavía dudas en estas fases … que decir de estimular su participación o implicación en la comunicación de nuestra comunidad?
No es fácil dar respuestas a estas y otras preguntas de más calado .. pero en nuestra opinión es que no podemos ignorar estos hechos, que no están en nuestra mano o capacidad el poder controlar que tengan este acceso (más aún si sus padres les dan un consentimiento tácito).
Nadie niega los peligros de conlleva el mal uso de una red social, pero no todo tiene por que ser negativo si se hace un buen uso de ellas, como dicen otros autores como dice David Pulido.
Otros ejemplos en esta línea podrían ser los que están relación al tabaco, el alcohol, las drogas, … incluso ¿el sexo? … Sabemos que también tienen restricciones legales a menores pero que no por ello dejan de exitir y por lo tanto ignorarlos sería irresponsable por nuestra parte como educadores. Si es lógico trabajar la prevención en cuanto al uso o abuso del alcohol, drogas o en relación salud sexual y reproductiva este ámbito de las redes sociales debe serlo igualmente. Como hacerlo, las pautas o medios a seguir para hacerlo es algo sobre lo que debemos debatir.
Tu que opinas?
Articulo de Manuel Gallego y Xulio López
Creo que hay que tener en cuenta que las redes sociales son una realidad más que se integra dentro de nuestra vida, no es un mundo aparte y alejado de todo lo que hacemos. Por lo que si en grupos con niños y adolescentes, les educamos en el uso de cualquier herramienta social «analógica», hacemos actividades y talleres de prevención de riesgos, intentamos que aprendan sobre el mundo que les rodea, etc. ¿Qué diferencia puede tener una red social? Hay que asumir que van a estar ahí y, como educadores o monitores, tenerlo a nuestro favor, buscar la parte que ayude a mejorar nuestra tarea.
Respecto a las preguntas que realizabais en vuestro artículo:
– No creo que tengamos que ignorar la existencia de estos perfiles, eso no significa que los agreguemos como amigos ni les sigamos necesariamente, sino que sepamos que están ahí, conozcamos el uso real que hacen y veamos posibilidades educativas y comunicativas con ellos.
– Si nos agregan como amigos, creo que la decisión de aceptarlos o no sería una decisión tanto personal como del grupo de educadores. Teniendo en cuenta, eso sí, que si se le acepta al perfil personal, la tarea de educador continua en el espacio virtual. Como comenté ayer, otra opción puede ser que los monitores tengan perfil específicos para los educandos. O si no, toda la comunicación puede estar centralizada en un perfil de la asociación, organización, grupo de monitores, etc., y por tanto no agregarlos como amigos, pero siempre explicándoles el por qué de esta decisión y que todos los monitores sigan una línea similar.
La línea escogida también marcaría como actual ante sus interacciones, pero creo que si es desde un perfil personal se debería actuar como con una persona más y si es desde el perfil «institucional», se debería contestar siempre a las dudas, preguntas, sugerencias, opiniones, etc.
– En cuanto a lo de denunciar el uso de la red social para que lo borren, creo que con la prohibición en este ámbito no se consigue nada y además, pierdes la confianza del adolescente. Es mediante la educación con lo que se consigue que, aunque estén y rompan una ley, sepan cómo actuar en una red social, igual que en dicha educación hay que dejarles claro que al no cumplir realmente con la edad su perfil podría ser eliminado por parte de la propia red social. Saber que esa posibilidad va a estar ahí.
Creo, finalmente, que la pregunta no está en preguntarse si deberían estar o no, sino en cómo podría ayudar en la educación y en nuestra labor educativa que estén.
Laura López
Antes de nada, enhorabuena por el articulo! Como ya vimos el fin de semana pasado, es un tema que da para mucho y escogerlo para plantearlo aquí ha sido una buena elección.
Como dice la compañera en el comentario anterior, la pregunta no sería ¿Deben estar? sino, ¿Como aprovechar que están, para dar una labor educativa a ello?
Las redes sociales es algo que está al alcance de mucha gente, y creo que es muy difícil controlar eso, pero es importante partir de una base clara, existen y están ahí, por lo cual hay que adaptarse a ello. Si bien es cierto, hay que saber controlar y gestionar cuentas personales y de organizaciones para conseguir transmitir unos valores que los menores reciban y les sirva para utilizar estas redes adecuadamente.
Un saludo! 🙂
Como dicen Laura y Dani está claro que el tema da para mucho. Felicidades una vez más por el artículo.
Uno de los temas que salieron en el debate del fin de semana fue el Ciberbullyng. Encontré a través de la web de Escuela 2.0 (http://blog.educastur.es/escuela20/) la campaña «Superkids» que aborda este tema (http://www.superkidsonline.es/) y que tiene algunos materiales interesantes como una guía para el profesorado (http://www.superkidsonline.es/descargas/PROYECTO_DAPHNE_ES.pdf).
Creo que es necesario que las entidades que trabajamos con menores en el ámbito de la educación no formal nos tomemos en serio en este nuevo fenómeno, la mayoría de nosotros y nosotras cuando hacemos un trabajo educativo tenemos claro como debemos actuar sobre el terreno ante un caso de acoso o violencia sin embargo, esta intervención puede ser menos evidente cuando ésta tiene lugar en nuestra comunidad «online».
Lo que no podemos olvidar es que nuestra función como entidad educativa también existe en las redes sociales y éste debe ser nuestro principal objetivo cuando interaccionemos con menores en este nuevo espacio virtual educativo.
PS: me llama la atención que uno de los promotores de «Superkids» sea Disney 😛
Nacho Quesada.
Quizá sea por que soy informático y para mí el uso de internet y redes sociales es algo muy natural, además de que empecé muy temprano con ello pero no termino de ver el sentido a prohibir el acceso a menores de 14 años a las redes sociales. Es cierto que hay riesgos, como el ciberbullyng que apunta Nacho, o el poder acceder a contenidos no apropiados para su edad, pero… ¿Es necesaria una red social para eso? tanto en internet en general como en la vida real pueden estar expuestos a este tipo de problemas, el bullyng se vive día a día en las aulas, y los contenidos no apropiados los tienen al alcance de la mano.
Pienso que más que prohibir el uso, hay que educar a hacer buen uso, al igual que fuera de internet, y ahí tenemos un papel fundamental. Por eso creo que no habría que ignorar estos perfiles, ni denunciarlos, si no interactuar con ellos, enseñando a hacer un uso «sano» y pudiendo intervenir en caso de detectar cualquier problema. Por supuesto no creo que se deba agregarlos a un perfil personal, pero podemos crearnos un perfil como miembro de la entidad, más institucional para este tipo de relaciones, o utilizar directamente el perfil de la entidad.
Rubén Zarzo
Buenas!!
En efecto es un tema con mucha miga y que actualmente provoca a muchas entidades verdaderos quebraderos de cabeza ya que en la teoría lo que decís está muy bien pero…(voy a echar más leña al fuego) ¿hasta que punto?
LLegadas las redes sociales y con ellas la comunicación 2.0…a muchas entidades ya les ha costado dar el paso para abrirse paso a ellas sin pasar de una web institucional únicamente, ¿debería ésta posicionarse y dar unas directrices a cumplir a sus animadores o debería dejar que cada uno hiciera lo que creyera más oportuno?
En el caso de que esta se posicionara, los problemas surgen en cuando tiene grupos de actividades distintos así como proyectos muy heterogéneos y debe tomar la decisión de que hacer, (tengamos en cuenta que no es lo mismo un adolescente de 15-16 años que empieza en la animación como un adulto que ya tiene un bagaje en cuanto al trato con los niños y que no se le va a prohibir a unos y a otros si):¿Deberían denunciar los animadores o no las cuentas?,¿Debería prohibir a los animadores el agregar a esos niños?, ¿Agregar a todos los niños sin distinción a la cuenta del animador?….[que siga el debate]
Contestando tus preguntas, de forma breve, desde mi punto de vista, la entidad debería posicionarse y dar directrices para que todos los monitores actúen en consecuencia, y no vaya cada uno por libre. No creo que se deban denunciar las cuentas, ya que la ley que las prohíbe me parece incongruente. Y no creo que deba agregarse las cuentas de los niños a las de los animadores, no a las personales. Si se tiene una cuenta como animador, separada de nuestra vida «fuera» de la asociación, entonces no hay problema ninguno en agregarlos. SI no, se debería agregar a esos niños sólo en el perfil institucional.