Los profesionales para todo, ahora también community manager

En el ámbito social nos encontramos en numerosas ocasiones con determinados perfiles profesionales que, no sabemos muy bien porqué, las entidades consideran que sirven para todo. Y no es que en su contrato esté reflejado que sus funciones pueden ser cualquiera que considere la empresa, sino porque parece que hay una leyenda urbana por la que la gente piensa que por ser por ejemplo del departamento administrativo o del de las actividades de ocio, estás formado y preparado para desempeñar con éxito cualquier tarea o responsabilidad que te pongan por delante. ¿Alguien sabe por qué sucede esto?

Cuando en nuestras asociaciones es necesario un fisioterapeuta, un maestro, un trabajador social, un médico… no se cuestionan asignarle el trabajo a cualquier persona de la plantilla. Como es lógico y normal, buscan un profesional titulado, y a ser posible con experiencia previa, para desempeñar ese trabajo, pero ¿por qué creen que otros perfiles los puede desempeñar cualquiera?

Y es ahí precisamente donde está situada hoy en día la figura del community manager en nuestras entidades, ¿no creéis? Los responsables de las entidades dan por hecho que esto de llevar las redes sociales lo puede hacer cualquiera y no tienen en cuenta una serie de cuestiones que recoge muy bien Amalia López Acera en su blog:

  • Publicar en redes sociales no es gestionar redes sociales.
  • Publicar un tuit lleva 1 minuto, pero saber qué tuit publicar y cómo hacerlo te puede llevar toda la mañana.
  • Las redes sociales no es sólo publicar sino conversar.
  • Las apreciaciones personales sólo sirven si están sustentadas en analíticas.
  • La profesionalidad se paga.
  • No escatimar en la gestión de redes sociales.

Y ahora, en este punto, ¿qué podríamos hacer? Evidentemente, por un lado, los recursos que tienen las entidades son limitados y por otro, nadie mejor que una persona que conoce por dentro la asociación para saber qué mensaje o imagen es el que se quiere transmitir. Pero los responsables de las entidades tienen que ser conocedores de las verdaderas funciones del community manager y ser conscientes de que es un trabajo más que requiere de formación y conocimientos adecuados y de un tiempo considerable de su jornada de trabajo para llevarlo a cabo.

Es evidente que en nuestras entidades hay personas muy válidas y muy capaces de desempeñar el papel del community manager, que les gusta la informática y la tecnología, son curiosos, ordenados, pacientes, saben sintetizar los mensajes, ser creativos y les gusta estar actualizados, seguro que incluso tú eres uno de ellos, pero es fundamental que la entidad valore el trabajo que requiere y facilite la formación necesaria para ser eficaces con los recursos que se dediquen.

¿Tú qué opinas? ¿Por qué las entidades no con conscientes de la envergadura de gestionar las redes sociales? ¿Se puede encargar cualquiera de las redes sociales?

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