En una sociedad cambiante como la nuestra en la que las nuevas tecnologías forman parte de la vida diaria y en la que las Redes Sociales e internet se integra en el día a día de  millones de personas, surgen nuevos términos y conceptos de los que oímos hablar pero sin tener claro de lo que hablamos. Es el caso del “Community Manager” o “gestor de comunidades” término éste último mucho menos extendido. Lo escuchamos en muchas ocasiones pero aún son muy pocas las personas que se refieren a él con conocimiento exacto de lo que significa. Y si no, ¿cuantas veces hemos escuchado eso de:  “¿Community Manager? Vamos, que te pasas el día metido en Facebook. Para eso no necesito a un Community Manager, eso lo hago yo que encantan estas cosas. Ahora es que esto está de moda”? Que levante la mano el que haya sido testigo de una situación similar.

No, no me paso el día metida en Facebook. No, no es estar todo el día enganchado a una red social. No, no es una moda. Y sí, necesitas un Community Manager. Y lo necesitas porque:

• es el máximo representante de tu marca en Internet (medios y redes sociales), el que la gestiona. O sea que tienes la reputación de tu asociación-empresa en su mano. Y seguro que quieres que esas manos sean expertas, tengan los conocimientos, técnicas y habilidades necesarias para hacerlo con calidad y garantías, vamos, con profesionalidad. Y eso no lo tiene un simple usuario de la red, eso lo tiene un Community Manager. ¿O te dejarías operar por alguien que no fuera cirujano?
• Además es el Community Manager es el que creará, gestionará, administrará, controlará y evaluará la comunidad online de tu marca. Construirá y mantendrá lazos y relaciones con tu público, ya sean personas
• con discapacidad, fans, socios, profesionales…
• Un buen Community Manager sabe definir, preparar y ejecutar estrategias. Hay que planificar minuciosamente cada detalle y anticipar los efectos que tendrá cada acción.
  

  Imagen publicada en www.setupmedia.es

 

 

 

¿Un community manager en una organización? SÍ

La duda es aún mayor cuando se trata de entidades del tercer sector donde los recursos son escasos y la implantación de la Comunicación como estrategia es muy limitada. Especialmente en las organizaciones de pequeñas-medianas dimensiones; ahí donde aún se contabiliza en la partida de gastos y no en la de inversiones. Sin embargo, creo que es precisamente en este sector donde es más necesario contar con la figura de un Community manager. Y si esta figura recae en la misma persona que ostenta la responsabilidad de la Comunicación en la organización, entonces será la mejor inversión que la entidad puede hacer; los beneficios y la rentabilidad van a superar con creces la inversión.

¿Por qué?

• Porque da a conocer nuestra actividad, lo que hacemos, lo que somos de forma atractiva y cercana. Incluso sustituye los elevados costes de la publicidad tradicional en los casos en los que se pueda dar esta situación.

• Porque nos ayuda a crear y mantener relación fluida con nuestro público. O lo que es igual: nos ayudara a concienciarlos, sensibilizar y a involucrarlos y a hacerlos cómplices de nuestras luchas y reivindicaciones.

• Porque va a ser él quien de la cara por nosotros en una crisis de reputación online (puede ser un error propio en una respuesta o publicaicón inadecuada, alguna declaración desafortunada, algún accidente…). Será quien de respuesta, aunque ésta venga del gabinete de crisis previsto en el Plan de Comunicación de la entidad.
  

  Publicada por www.definición.de/crisis

 

El Community Manager  “social”

A nuestro Community Manager le añado la etiqueta de “social” porque considero que debe reunior las características habituales de este perfil, pero debe tener especial sensibilidad y estar especialmente concienciado respecto a su entidad y el trabajo que realizan. Por tanto,

-Además de tener la formación adecuada, es fundamental que esté plenamente involucrado con la organización y sus objetivos. Debe creer fehacientemente en el trabajo que desarrolla su organización. Sólo así será capaz de transmitir ilusión y pasión, contagiar, involucrar y crear el deseo de colaboración y de querer ser partícipe.

– Empatía para ser capaz de ponerse en la piel de los demás, en su cabeza y en su sentir.

– Moderado y respetuoso

– Gran conocedor de la correcta terminología. Ejemplo, no hablar de discapacitados sino de “personas con discapacidad”

– Optimista. De forma que sea cual sea el trabajo que desarrolle la entidad, sea capaz de presentarlo y exponerlo desde una perspectiva positiva.

– Y además:

Y ahora, así afrontamos de nuevo la conversación

¿Eres Community manager? ¡Vaya! Eso es mucha responsabilidad! Háblame de ello. Me interesa (Fin de la conversación)

 

Si te apasiona este tema y quieres ampliar información, en la siguiente web encontrarás interesantes recursos.

http://www.uncommunitymanager.es/community-manager/