¿Una pequeña paradoja?
Actualmente, la figura del Community Manager es uno de los perfiles más relevantes y con mayor proyección dentro de las entidades del Tercer Sector.
Este hecho resulta curioso, pues solemos asociar el Tercer Sector con otro tipo de profesiones como la educación social, la psicología o el trabajo social…
Sabemos que las entidades del Tercer Sector están compuestas por personas que ayuda a otras personas a solucionar sus problemas. En principio, no acudiríamos a un Community Manager cuando necesitamos ayuda con un problema personal, cuando necesitamos algún tipo de asistencia social, etc.
Entonces, ¿qué hace un Community Manager en una entidad social?
Nos hacemos esta pregunta porque no entendemos realmente lo que significa ser Community Manager.
Creemos, de manera errónea, que un Community Manager simplemente hace publicidad de las entidades en facebook o twitter, que desarrollar una labor meramente comunicativa y enfocada a lo comercial… Vamos, un Vendedor Digital.
Pasamos por alto que la función de un Community Manager, como su nombre lo dice, es dinamizar y gestionar una comunidad de personas que están relacionadas con nuestras entidades.
¿Qué es una Comunidad?
No podemos entender una comunidad como una sumatoria de personas, como una lista de distribución de correos electrónicos o como una base de datos de contactos, por muy grandes que sean.
Una comunidad es un conjunto que adquiere identidad propia, es un grupo de personas que converge en torno a un propósito común, a unos anhelos compartidos o a unas preocupaciones colectivas.
Un comunidad es un conjunto de personas que está unido fuertemente por algo….
Conocer e invitar
Ahora bien, la pregunta que debemos responder es ¿cómo se construye una comunidad?
En primer lugar, es necesario se identificar a personas que compartan expectativas, problemas e intereses; y ponerse en contacto con ellas.
No basta con encontrar a estas personas, debemos ser capaces, en un mundo cada vez más complejo y frenético de darnos a conocer, explicarles lo que hacemos y demostrarles que tenemos intereses comunes.
La comunidad no se construye sólo a partir de los mensajes que nosotros trasmitamos, se construye a partir de los mensajes que transmitan las otras personas y las interacciones que construyamos a partir de ellos.
Por ello el Community Manager debe tener capacidad para escuchar a las personas, identificar sus necesidades o problemas; y, a partir de ellos, buscar una manera de ayudarlos…
Escuchar y Ayudar
El Community Manager no tiene que saberlo todo, debe ser consciente de sus limitaciones. Pero eso no es un problema, pues forma parte de un equipo de personas con diferentes perfiles (abogados, psicólogos, maestros, trabajadores sociales, educadores sociales…); quienes pueden ofrecer orientación especializada.
El Community Manager debe procesar las necesidades de las personas con las que interactuamos, escoger quienes son los miembros de la entidad que pueden orientarla correctamente al respecto y derivarle la solicitud.
Luego, un vez recibida la respuesta, debe ser capaz de transmitir, de la manera más didáctica y profesional, las orientaciones o la información que las personas necesitan.
Pero, el Community Manager no puede ser reducido a un simple intermediario o canal para transmitir la información.
Promover la participación y la colaboración
El Community Manager debe incentivar la participación de las personas en las redes sociales: compartiendo sus reflexiones, generando conversaciones, consolidando el diálogo y reforzando nuestros lazos.
En otras palabras, promover la colaboración colectiva dentro de la comunidad.
Pero, ¿por qué colaboramos?, ¿por qué compartimos nuestras reflexiones con personas que probablemente no conozcamos?, ¿qué nos impulsa a integrarnos en una comunidad?
El Valor de la Amistad
La principal razón que nos lleva a colaborar es que nos sentimos parte de un conjunto, de una comunidad.
Las otras personas no son simples conocidos, pues conocemos sus necesidades, sus anhelos y sus problemas.
Además , ellos también conocen nuestras cosas, y tenemos la confianza de que podemos esperar de ellos palabras de ánimo, buenos consejos y, porque no, la orientación y la ayuda que necesitamos.
En fin, no percibimos a los demás como “otras personas”, sino como “Amigos”, con los que compartimos aspectos importantes de nuestra vida. Siendo esta la razón de ser de la figura del Community Manager en nuestras entidades: construir y cultivar amistades.
Para cumplir con estas funciones, el Community Manager, debe tener una serie de cualidades muy importantes dentro de las que destacamos:
- Empatía y buenas habilidades comunicativas
- Buena redacción
- Ser curioso
- Conocer muy bien la entidad, el trabajo que realiza y el equipo humano.
Tener sensibilidad social - Manejo profesional de las redes sociales y demás recursos tecnológicos para la comunicación.
Pero todas estas cualidades y competencias no son un fin en si mismo, sólo tienen razón de ser en la medida en que permiten al Community Manager cumplir su papel principal dentro de una organización social:
¡¡CONSTRUIR AMISTADES!!