«El tiburón lleva en el mundo cerca de 400 millones de años. ¿Sabes por qué? Porque es capaz de adaptarse, se mueve constantemente, jamás se duerme. Es un animal totalmente flexible, sin huesos, dotado solo de cartílagos. Y constantemente renueva sus armas: pierde sus dientes viejos, pero otros nuevos lo sustituyen. Está siempre al acecho y es capaz de adaptarse a las circunstancias del momento, tanto si se trata de un aumento de la temperatura del agua, como de la llegada de un periodo glacial. Así el tiburón ha sobrevivido»[1]

…. Y así podrá sobrevivir un «Community Manager», adaptándose al medio, reciclándose, siendo audaz y empapándose de lo que acontece a su alrededor…. A continuación os dejo un pequeño guiño, desde mi punto de vista, del día a día (resumido muy brevemente) de un CM.

Son las 8:00, como cada mañana pulsa el botón de inicio de su ordenador de su despacho para sumergirse y empaparse de la actualidad del día… Una primera revisión de su correo electrónico para hacer una criba del buzón, descartando y eliminando los e-mails que no son de su interés e ir dando respuesta a los demás en función del nivel de importancia y de urgencia.

Sigue con sus ojos puestos en la pantalla, hay que revisar qué ocurre en las redes sociales, interactuando y contestando menciones, notificaciones y comentarios tanto en Facebook, Twitter, como en la página web que administra, alimentándolos de información valiosa para enriquecer los contenidos que difunde de su organización… Información que en muchas ocasiones surge de las alertas de Google a las cuales está suscrito y que le facilitan bastante su tarea de buscar y encontrar noticias que sean de su interés… merecedoras de ser compartidas y publicadas.

Sin embargo, y para saber si va por el buen camino, el  “Community Manager” necesita saber qué es lo que más ha gustado de los contenidos compartidos a su comunidad a través de las distintas plataformas sociales… para ello, no duda en comprobar las estadísticas e interacciones del día anterior. ¡Es todo un Sherlock Holmes!

Pasan las horas y el CM no ceja en su empeño de lograr que todas y cada una de las herramientas que maneja sean un vehículo con el que agilizar los procesos comunicativos, invitando a la participación, fomentando el diálogo, la transparencia y generando la credibilidad y la confianza necesarias para alcanzar el fin último… LA MEJORA CONTÍNUA. Esto implica evolucionar en el tiempo, haciendo evolucionar también el estilo y los instrumentos de comunicación, y seguir educando, informando y actuando en el futuro.

 “Los valores tienen tanto peso en las instituciones sin ánimo de lucro, que no es suficiente crear procesos de acuerdo con esos valores sino que hay que estar profundamente convencido de ellos”. (Fisher y Cole)[2]

Es consciente de que sobre su figura recae la estrategia comunicativa de su organización, y es el encargado de velar por la calidad informativa que navega por sus redes. Una ardua labor que requiere de mucha paciencia, capacidad de adaptación al medio, renovación, compromiso, capacidad de escucha, saber dar razón de aquello que lleva entre manos, conocer a fondo la institución, y creer al 100% en lo que se hace.

Una lista bastante larga ¿verdad?

¡PERO ES QUE NADIE DIJO QUE SER UN CM FUERA FÁCIL!

  

 [1] López Caballero, Alfonso. ¿Cómo dirigir grupos con Eficacia?, Editorial CCS Alcalá; Primera Edición, Madrid, 1997.

[2] Fisher y Cole. Leadership and management of volunteer programs, (p. 16).