Cuando nos olvidamos de la vida «offline»

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Cada vez nos preocupa más compartir nuestras experiencias online que vivirlas en el momento

– Hola; me llamo Nacho y soy  adicto a las redes sociales.

– Bienvenido Nacho, estamos contigo.

Hace medio año estaba en Bologna era una calurosa noche de otoño y se celebraban las fiestas de San Petronio. Ni siquiera lo sabía pero a las 23.00 horas empezaron a lanzar en la ‘Piazza Maggiore’ fuegos artificiales, sincronizados con música clásica, todo ello con las siluetas de los palacios y de la estatua de Neptuno al fondo; un espectáculo digno de ver, escuchar, sentir y disfrutar. Ni corto ni perezoso desenfundé rápidamente mi smartphone para registrar ese momento, verlo en la pantalla y compartirlo luego en las redes sociales. Tras unos segundos grabando me pregunté «¿pero qué estoy haciendo?». Levanté la cabeza y vi que la práctica totalidad de la gente que abarrotaba la plaza estaba haciendo lo mismo que yo hace unos segundos.

«Y es que nuestras formas de relación han cambiado con las redes sociales, buscamos compartir lo más rápidamente posible nuestras experiencias y recibir un ‘feedback’ inmediato de nuestros contactos. Convertimos la famosa sentencia del poeta romano Horacio «carpe diem» en una experiencia virtual.»

Cuando hablamos de las organizaciones sociales, en ocasiones sucede lo mismo; nuestra actividad ‘real’ disminuye en muchas ocasiones de manera inversamente proporcional a nuestra actividad ‘virtual’. Como Community Managers del tercer sector es nuestra obligación conseguir que esta obsesión por el ‘presentismo’ en la red no vaya en detrimento del trabajo en nuestra entidad sino que sirva para amplificarla, darle más sentido y hacerla más participativa.

Tal vez debamos hacer como este periodista que realizó el experimento de estar un año sin conectarse a internet. Es posible que de ese modo re descubriéramos unas cuantas cosas.

http://youtu.be/2OBZHB5I89A

Un post de Nacho Quesada

4 comentarios en “Cuando nos olvidamos de la vida «offline»

  1. Elena RR

    Es cierto que nuestra manera de relacionarnos con nuestro entorno ha cambiado, y que según el caso, el internet y las redes sociales ha facilitado muchas cosas (como mantener el contacto con amigos/familiares que viven en otros países…), pero también creo que como todo, en exceso, es malo.

    Por ejemplo, yo ahora vivo en Marruecos, y tengo muchos amigos en otras partes de mundo; y yo estoy súper agradecida a las redes sociales, porque gracias a ellas, puedo mantener contacto y sentirme más cerca «virtualmente» a pesar de la distancia física real. Pero también digo, que no voy a estar todo el día enganchada al ordenador, porque lo que tengo que hacer es disfrutar de mi vida aquí, de la gente de aquí…

    Y tal vez, lo mismo que se nos advierte de que fumar es malo y creamos conciencia de todo lo que puede conllevar furmar (lo primero que me ha venido a la cabeza), tendríamos que ser conscientes de que un uso indebido y extremado, puede afectar en varios ámbitos de nuestra vida.

    En el caso de las organizaciones, ese uso extremado de las redes sociales, puede llegar a ser «spam informativo» y cansar al receptor.
    De la misma manera que si descuidamos la actividad offline, creo que pierde el sentido la existencia de la organización.

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    1. itsaso

      ¡Me siento totalmente identificada con lo que cuentas! (y no sólo porque he vivido en Bologna ;).

      A veces en nuestras organizaciones nos comportamos como si viajáramos en un tour organizado, uno de esos viajes en los que el autobús te para en los sitios de postal, tú te sacas unas fotos para poder contar que estuviste allí y te vuelves a tu asiento, donde en lugar de mirar por la ventanilla prefieres mirar las fotos que te acabas de sacar.

      Quizá el hecho de poder contar todo lo que hacemos nos ha hecho centrarnos mucho en contar y menos en hacer. No lo sé, probablemente corremos el riesgo de dar más importancia en nuestras entidades a los proyectos que mejor se prestan a ser contados en las redes sociales (actividades vistosas etc.), y dejar relegadas otras cosas imprescindibles pero quizás menos atractivas desde el punto de vista de los social media (reuniones eternas, trabajo silencioso para crear redes con otros colectivos…).

      Supongo que lo que hacemos en la calle y lo que hacemos en la red deben ir de la mano, pero bueno, todavía estamos buscando la fórmula, ¿no?

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  2. jmedal

    Totalmente de acuerdo, estamos viviendo una nueva etapa social y comunicativa. Nunca antes la comunicación fue tan fácil y al alcance de todos pero por desgracia se está descuidando la comunicación personal… En mi trabajo como monitor de tiempo libre es algo latente, las nuevas generaciones no tienen capacidades comunicativas en el tu a tu pero si en el mundo online.

    Personalmente creo que la red y las nuevas tecnologías son unas herramientas estupendas y nos facilitan muchas cosas, soy un gran defensor de ellas en muchos campos, pero no debemos dejar que nos controlen, hay que recordar que nosotros somos los usuarios

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  3. Marcelino

    Totalmente de acuerdo, muchas veces estamos obsesionados con publicar cosas, estar en los medios digitales. Si que estoy de acuerdo con que hay que estar en las redes, que la comunicación cada vez es más rencilla y rápida por estos medios. Pero… ¿Eficaz? si no trabajamos offline también muy dificilmente será eficaz, me explico: si como entidad nos obsesionamos en utilizar las redes y eliminamos ese contacto personal que generan los métodos tradicionales offline… muy dificilmente conseguiremos que nuestros medios digitales funcionen. ¿cuántos seguidores tiene tu página de facebook? ¿cuántos de esos amigos se involucran realmente en tu entidad? ¿realmente crees que todxs leen lo que escribe esa página de fans?

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