A participar se aprende participando y la actitud de escucha es esencial para garantizar los procesos participativos.

Hay tres requisitos imprescindibles para que la participación (en cualquier ámbito) se produzca: querer, saber y poder.

Querer es el primer paso, porque sin motivación, sin ilusión, sin necesidad, no es posible participar, pero tampoco basta solo con querer, porque las personas necesitan saber cómo participar y si no saben, que se les muestre cómo. Para saber es necesaria la formación a través de la cuál adquirir conocimientos y habilidades y esto que se puede hacer desde la escuela, la familia, y también podemos hacerlo desde organizaciones sociales fuera y dentro de la red, poniendo el acento en la intencionalidad educativa en nuestras comunicaciones y acciones. Y poder, ahora con Internet, los blogs, las redes sociales es muy fácil y cómo a participar sólo se aprende participando, proporcionemos momentos y espacios para la participación en nuestros espacios virtuales, compartamos recursos y herramientas, animemos a que participen, abramos las puertas de nuestra casa, y las ventanas, y la chimenea, por qué no?!

Participar es un derecho que se recoge en Convención sobre los Derechos del Niño pero este derecho hay que practicarlo para que tenga sentido más allá del papel y como he dicho antes, a participar sólo se aprende participando, no hay que esperar a que los niños crezcan y se hagan mayores de edad para participar en la comunidad (empezamos a votar) sino que podemos y debemos promover su participación desde la infancia, ellos son los nativos digitales y podemos aprovechar esta circunstancia como punto de partida de su formación para un uso responsable y transformador de Internet y las redes sociales.

Creo que un elemento esencial (entre otros) para promover la participación es la escucha, me gusta la metáfora que utiliza “Olways” en su post El megáfono y el fonendo: de difundir a escuchar, donde nos propone dejar de empuñar el megáfono para gritar nuestros mensajes de difusión y coger el fonendo para escuchar a toda la gente que estamos ignorando y que está al otro lado de la pantalla. El objetivo es escuchar para poder conversar, y podemos hacerlo de forma sencilla, por ejemplo, podemos aplicar unas ideas que nos apuntan desde Masticable que es un colectivo que apuesta por el poder transformador de Internet. Qué bonito es cuando alguien se siente escuchado y es el punto de partida de una transformación y desarrollo personal, mira por ejemplo qué dicen estos chicos en el video “Me escuchan” en referencia al proyecto Cibercorresponsales.

Cibercorresponsales es un programa de la Plataforma de Infancia creado para aumentar la participación de los y las jóvenes en favor de los derechos de la infancia, usando las tecnologías de la información y la comunicación de forma segura, sana y responsable.

Es una red social para jóvenes menores de 18 años, con un entorno seguro para ellos, también es unrecurso TIC educativo y gratuito que se utiliza desde organizaciones sociales, institutos, centros de menores y administraciones locales, con distintos objetivos y contextos y además, es un periódico digital hecho por las y los jóvenes, donde pueden expresarse, compartir reflexiones, experiencias, sentimientos… Algunas ideas para inspirarse… y además es una oportunidad para el trabajo en red de distintas organizaciones sociales y podemos encontrar recursos muy útiles  para el trabajo y la formación con los jóvenes: guías didácticas, actividades, pistas y preguntas frecuentes, etc.

Son muchas las posibilidades de esta herramienta y quiero destacar aquí esta iniciativa como ejemplo de comunicación participativa en Internet, porque reúne grandes cualidades (fresca, abierta, juvenil, profesional, humana…) y muchos de los requisitos que podemos encontrar en el documento:  ¡Comunica y protagoniza el cambio! Nociones básicas sobre comunicación participativa en internet.

¿Por qué no entras y miras a ver si estás de acuerdo conmigo?

Imagen: www.bancodeimagenesgratis.com