Un Community Manager busca repercusión y llegar al máximo número de personas, pero este aspecto tiene su parte negativa…
Es un hecho, las redes sociales forman parte del día a día de las personas. Su utilización tiene gran multitud de fines: para ver contenido; para publicarlo; para informarte de todas las novedades… Así, entra en juego la labor de los CM, cuya función implica, necesariamente, el uso de las redes como herramienta de trabajo.
Conseguir una buena repercusión en redes es una nuestras principales metas. Esta indica que nuestro plan de comunicación está funcionando, es un motivo de alegría. ¡Lo estamos consiguiendo!
Sin embargo, no debemos olvidar que una gran repercusión genera diversidad de puntos de vista entre los receptores; obteniendo diferentes respuestas. Es muy habitual la aparición de «haters», personas que utilizan internet y las redes sociales para atacar, burlarse o tratar de generar un impacto negativo en la persona que eligen como víctima. En este caso, nosotros.
Por mucho que analicemos detenidamente nuestras publicaciones, casi con total seguridad, habrá usuarios de la red que critiquen y, por norma general, no de forma constructiva. ¡Un mero error en la transmisión del mensaje y puedes quedar sentenciado!
Gestionar las críticas puede ser difícil y afectar emocionalmente a la persona que la recibe. Por esta razón, expuestos a este tipo de comentarios, los CM debemos saber cómo lidiar con esas opiniones negativas; requisito imprescindible para mejorar como profesional y gozar de una buena salud mental.