Punto de partida: mi pequeña y humilde experiencia realizando tareas como community manager
La pandemia trajo consigo un confinamiento que consolidó el uso de las redes sociales a modo de «apisonadora». De la noche a la mañana se convirtió en nuestro espacio comunicativo en todos los ámbitos de la vida. Fue todo un fenómeno social que llegó para consolidarse.
En el ámbito laboral, las personas que trabajábamos “in situ” con otras personas, tuvimos que imaginar, reinventar y trabajar en nuevas formas de interacción y comunicación “desde casa”. Quizás fue en ese momento, en mi ámbito laboral, cuando experimenté un poco el rol de community manager. Durante ese tiempo, pasamos de ser un centro de ocio al que acudía la juventud, a una cuenta de Instagram como espacio virtual sustitutivo de toda la actividad que había en dicho centro. ¡Qué locura!
¿Cómo fue la experiencia? Una mezcla de caos, adaptación y aprendizaje. No teníamos apenas idea de lo que eran las redes sociales, no teníamos conocimiento ni tecnología adecuada, no sabíamos cómo llegar a las personas… pero sobrevivimos y aprendimos muchas cosas. Cosas que a día de hoy me hacen tener una visión aproximada de las cualidades que se integran en la figura del community manager.
Mi pequeña y humilde definición de comunnity manager
Indudablemente la persona o equipo que desarrolle este perfil profesional tiene una gran responsabilidad social. De este perfil dependerá la comunicación social de su organización, entidad, colectivo, etc. Es decir, el hecho de llegar o no a las personas que son la razón de ser de nuestros proyectos. Para poder obtener una definición aproximada del perfil y sus cualidades, se me ocurren una serie de metáforas que quizás puedan ayudar a ilustrarlo: .
- Esta figura debe entenderse como un pilar fundamental, un cimiento o un “muro de carga” en el conjunto de la arquitectura de la comunicación social. Así mismo, si imaginamos la comunicación social como un árbol, podríamos ubicarla en sus raíces.
- También pensando en la figura del community manager, se me ha venido a la cabeza la frase de “eres una máquina”, por un lado viendo a dicha figura como engranaje fundamental que mueve la maquinaria de la comunicación y por otro, teniendo en cuenta la multitud de características que ha de reunir la persona o equipo que asuma este perfil profesional.
- Finalmente hacer alusión a la metáfora de la paleta del artista. La figura del community manager (el/la artista) ha de reunir una serie de requisitos muy diversos (como son los colores) cuya mezcla producirá una obra determinada. Algunos de estos requisitos son los que he enunciado en el vídeo de arriba. El fin último es la comunicación social, partícipe y humana con las personas que queremos que formen parte de nuestra obra. Siempre habrá un continuo cuestionamiento como impulsor del enriquecimiento y mejora de nuestra labor: ¿Llegamos a emocionar, involucrar y producir movimiento con las personas que queremos?