El título de este post responde a mi preocupación por una figura tan importante como es la de Community Manager en cualquier Organización. Y digo preocupación por lo que personalmente puedo hacer, en este sentido, por la mía. Trabajamos en el campo de las adicciones y somos una organización pequeña, pero con mucha historia (este año cumplimos nuestro treinta y cinco aniversario).
La frase que contiene la imagen que comparto responde perfectamente a mi actitud de implicación en nuestra causa. Siempre tengo espacio “para una locura más”. Y no porque sea la persona más capacitada para asumir la función de Community Manager, sino porque la carga de trabajo impide que mis compañeras asuman este rol. Un rol muy lejos de mi profesión, pero…
Por otra parte estoy convencido de que tengo ese “punto de locura” para atreverme a participar con comentarios, aportaciones, en los foros de este curso, frente a compañeras y con gran experiencia, creatividad, conocimientos, etc. en este campo.
¿QUÉ ES UN COMMUNITY MANAGER PARA MI?
Es la persona que lleva la responsabilidad sobre las comunidades on-line dentro de una organización.
Una definición, probablemente, demasiado simple, que debe ser completada con una serie de características que deben adornar su figura:
- Convencer a todos los miembros de la organización de que tenemos cosas que contar. Frente a otras que no pertenezcan al Tercer Sector, que tienen que “inventar historias”, nosotros las tenemos dentro. Tenemos las de nuestros usuarios. Y una forma de contarlas es a través de las nuevas herramientas digitales que tenemos a nuestra disposición.
- Debe ser creativo, no tener miedo al riesgo. Probar, probar y probar y hacer que otras personas también prueben. Y contagiar y transmitir a las personas de su entorno esas capacidades.
- Debe experimentar, con herramientas, textos. Probar y arriesgarse.
- Imponerse como reto personal el hacer vivir el fenómeno 2.0 dentro de la entidad, a todos sus miembros. Demostrar que son herramientas que ayudan y hacen que los objetivos se cumplan mejor.
- Ser paciente: ser consciente de que se dispone de pocos recursos. De que venimos de otra forma de trabajar, pero que sabemos que lo de antes, ya no sirve, que se tiene que transformar.
- Debe emanar alegría, diversión y transmitirlo a los demás.
- Es importante tener una gran capacidad para escuchar y conversar. Y hacerlo de forma transversal.
- Debe poseer una metodología ordenada de trabajo: monitorizar, analizar y presentar informes.
- …