El Community Manager, o lo que sería en español, el representante de la entidad, es la persona responsable de representar a la institución delante de la sociedad, mediante las herramientas de nueva creación que han sido recientemente las redes sociales.
Esta definición no incluye ser representante, legal, fiscal, atención al cliente, departamento de recursos humanos, de comunicación o marketing de la empresa… pero es esencial la coordinación de todas estas personas para unificar criterios y objetivos.
Tras el plan de comunicación general, el CM transmite el mensaje a la sociedad de otra forma que no lo hace el departamento de publicidad o comunicación.
El CM también escucha a pie de calle (símil de la máxima exposición que es estar en las redes) y conversa con los usuarios. Pero no lo hace como el departamento de atención al cliente.
El CM genera contenido para polarizar opinión, reflexiones, cultura, descubrir… pero no es el departamento de Investigación y Desarrollo.
Porque el CM es el alma.
La RAE, en su primera acepción define el alma como: Principio que da forma y organiza el dinamismo vegetativo, sensitivo e intelectual de la vida.
Casi que no podemos añadir nada más a tan rotunda frase o definición. Si la aplicamos a nuestra entidad y vemos ‘el principio’ citado, como nuestra persona.
Las responsabilidades del CM son ser y estar:
– Ser atento y cordial, para poder escuchar
– Ser observador, para aplicar las necesidades detectadas
– Estar en las conversaciones y difundir contenidos
– Ser herramienta analítica para mi entidad
Y no tan solo a la sociedad exterior, sino también dentro de nuestra institución.
Me uno a algunos post como el de ‘que no es un CM‘, y el artículo tan acertado de que el CM podría utilizar la figura de una Ganesha, como representación.
Saludos