En la última década, conforme ha ido avanzando el concepto 2.0 (entendido como la evolución hacia un entorno on line interactivo y social), la figura de las personas identificadas como Community Manager ha ido ascendiendo hasta llegar a formar parte del nuevo catálogo de profesiones actuales y de nuestro vocabulario habitual. Pero, ¿a qué se dedica realmente una persona que ejerce de Community Manager? ¿No ejerce esas labores la persona responsable de comunicación? ¿qué distingue a este nuevo perfil profesional?
Neyda Romero, Community Manager en Amnistía Internacional España y Profesora de comunicación 2.0, nos da en este vídeo las claves tanto de las tareas que desarrollan estos profesionales como de las capacidades que deberían poseer para desarrollar su labor de manera acertada.
Actualmente, muchas organizaciones en el Tercer Sector interactúan en sus comunidades on line a través de las redes sociales, web, etc. Muchas de ellas, como Amnistía Internacional, han apostado por incorporar la figura del Community Manager en sus plantillas. No obstante, el bajo presupuesto de muchas de las organizaciones sociales impide que todas las organizaciones puedan disponer de una persona dedicada exclusivamente a la creación de diálogo e identidad digital de la entidad. En muchas ocasiones, algunas de las labores que desarrolla un CM son llevadas a cabo por personas con tareas diversas dentro de la organización.
Por ello ¿qué habilidades debería tener la persona que gestione ese aspecto en nuestra organización?
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Como el nombre indica, la habilidad de saber gestionar la comunidad on line de una empresa o entidad tiene como reto hacer vivir la web 2.0 dentro de la propia organización, dinamizando la interactuación entre los diferentes agentes que están en la órbita de la entidad. Ello permitirá que cualquiera que sea el objetivo que persigamos como organización (difundir, movilizar, captar) podamos alcanzarlo de manera comunitaria.
La figura del Community Manager humaniza nuestras entidades, nos permite dialogar on line con nuestro base social y nuestros agentes de interés y monitoriza aquellos aspectos relevantes de nuestro diálogo, permitiendo modelar la manera de llegar a nuestros interlocutores. Requiere de un conocimiento transversal de la organización para impregnar todos los estamentos de la entidad. Por tanto, es una buena inversión apostar por crear comunidad con herramientas y conocimientos específicos, como la figura del Community Manager.