Ser CM cuando no eres profesional de comunicación pero participas en una asociación
Heme aquí, donde ya muchos otros han reflexionado sobre ello; tratando de responder a la pregunta del millón: ¿qué hace un CM en el Tercer Sector? O mejor aún, ¿qué debería hacer? … Y heme aquí en mi situación personal: cuando no eres profesional de comunicación, pero, como voluntario en una asociación, “te toca” serlo.
Somos muchos en el Tercer Sector los que, por falta de recursos o personal, pero precisamente por nuestra implicación con determinadas causas y por tanto participación en una asociación; nos encargamos de la comunicación digital de las actividades de nuestra organización. Y, tal como ocurre en mi caso; creo que frecuentemente la situación que se deriva de ello es andar un poco improvisando (y aprendiendo) sobre la marcha. Así, te encuentras tratando de no perder el ritmo en un mundo de redes que se mueve y actualiza vertiginosamente y, además; tratando de “calar” en la gente de verdad. Porque, al fin y al cabo, ¿no es ese nuestro objetivo? ¿Contagiar al resto de aquello en lo que creemos?
Llegamos así a la clave principal de ser CM en el Tercer Sector, ya muchas veces comentadas: superar el complejo de “quién soy yo para contar nada y qué voy a contar” e interiorizar y darle valor al poder que ejerce sobre las personas la comunicación de una causa o idea en la que verdad crees. Si como en mi caso, te sientes “CM”, así, con comillas, por no ser profesional de la comunicación, “CM de repente”; crécete al saber que la clave ya la tienes, la de creer de verdad en lo que estás difundiendo – las comillas las quitarás sobre la marcha, aprendiendo nuevas herramientas, estrategias y relacionándote con otros CM.
Habiendo planteado la que considero que es la clave, me permito la licencia de dar un par de consejos o pautas para esos “CM de repente” o procedentes de pequeñas asociaciones y/o emergentes; hablando desde mi experiencia. No son muy distintos a todo lo reflexionado sobre la figura del CM en este blog para cualquier tipo de asociación… Pero sí más centrados a pequeña escala:
- Si elaborar un Plan de Comunicación global os supera por su envergadura, pasar a hacer pequeños Planes de Comunicación para actividades o acciones concretas – quizás planificar a largo plazo es difícil, pero programar e idear acciones para objetivos concretos a corto-medio plazo es totalmente asumible y esencial.
- Implicar a todos los integrantes de tu asociación. Primeramente, porque se pueden repartir tareas y el peso del CM (aunque la gestión global recaiga en ti); pero sobre todo porque así la comunicación se verá enriquecida por distintas voces e ideas.
- No tener miedo a probar, a experimentar – nunca sabes cuál va a ser la idea que contagie. Si alguna estrategia no funciona, no caer en la frustración, disfrutar del proceso creativo y no desechar la idea: lo que hoy no funciona, mañana puede ser lo más.
Como reflexión final, sólo remarcar la idea del valor que tiene creer de verdad en lo que haces y perder miedos: aprender a comunicar se hace, precisamente, haciéndolo, comunicando. Tú, «CM de repente»: idea, planea, implica, comparte, prueba – dale voz a tu idea y busca la forma de que te escuchen, que tu mensaje cale.