Esa mirada lo dice todo. Sé sincero y dile lo que quiere oir, nunca tus verdaderas intenciones
El filtro de spam es como tu suegra el primer día que comes en casa de los padres de tu pareja. Como le pasó al chico del anuncio de una famosa bebida isotónica, abrir la boca te delatará. Mientras le chupas la cabeza a los langostinos de la paella, tu suegra te revisará el brillo de los zapatos, lo limpias que tienes las uñas y esos pequeños detalles importantes para detectar al mejor padre de sus nietos.
El filtro de spam hará lo mismo cuando le tires los tejos a demasiados destinatarios. La mayoría de filtros funcionan con un “sistema de puntuación” para determinar hasta qué punto el mensaje es “no deseado”. Todo correo electrónico que supere el límite de puntos se filtra y nunca se envía a los destinatarios.
De la misma manera que saltará tu suegra cuando le cuentes tus intenciones de hacerte político, al filtro de spam gritará ¡¡danger, danger!! cuando lea asuntos de mensajes tan engañosos como “gane dinero sin salir de casa”, “Sexo gratis en Collado Villalba” o “Pierda 20 kgs en una semana”.
Como recomienda la web Surveymonkey, especialista en hacer encuestas masivas online y en lidiar con las peores suegras-spam, es importante que los asuntos y el cuerpo de los mensajes sean coherentes y directos. El asunto debe reflejar el contenido del mensaje, usando expresiones habituales. Si la cantidad de código HTML o imágenes del mensaje supera al texto real, es posible que tu mensaje no pase la prueba de detección de los filtros de spam.
Pero ante todo, como sucedería si llamas por su nombre a tu futura suegra, incluye el nombre completo del destinatario, así evitarás que el filtro de spam salte, ya que considerará que conoces a la persona y que no eres el típico vendedor de biblias.
